Es un buen momento para hacer alguna reflexión y procurar ver el lado positivo de lo que estamos viviendo actualmente, en este confinamiento debido al coronavirus. Por eso es, que nos gustaría hacer hincapié sobre aquellas cosas que creemos que han sacado lo mejor de nosotros mismos.

La necesidad de mantenernos unidos socialmente a nuestro entorno nos ha permitido buscar alternativas de comunicación y, mantenernos así conectados con nuestro círculo más cercano. Hemos podido ver gente comunicándose a través de sus ventanas y balcones, o personas creando nuevos canales virtuales, así como volver a usar los teléfonos fijos que tan olvidados teníamos en un rincón de casa.
Las prisas son un gran aliado en nuestro día a día pero ahora parece que son las grandes ausencias. Hay tiempo para todo si nos organizamos. De esta manera, muchas personas ahora, por fin, han encontrado el momento para recuperar tareas que tenían procrastinadas y andan disfrutando de momentos para realizar tareas que siempre quedaban en un segundo lugar.
Llama la atención como la mejora del medio ambiente ha sido una de las principales consecuencias en estos días. Solo en Madrid, la calidad del aire ha mejorado en un 35% en los primeros días del encierro. Ojalá pudiéramos mantenerlo cuando todo esto termine.
Algo que vemos a diario y desde diferentes medios, es ver cómo se agudiza el ingenio de la gente en tiempos extremos y es de agradecer, ya que desdramatizar lo que está ocurriendo nos ayudará a sobrellevarlo.
Por último, nos gustaría destacar la solidaridad que ha mostrado mucha gente. Es muy bonito descubrir cuánta gente está dispuesta a dar lo que tiene con tal de ayudar. Vecinos haciendo la compra a otros más mayores para evitar su exposición en la calle, comercios ofreciendo medidas de seguridad a hospitales sin coste, clases virtuales para que no olvides tus actividades diarias, son algunos de los ejemplos.
En definitiva, son muchos los aspectos por los que debemos sentirnos orgullosos y por los que hoy, podemos celebrar el día de la Felicidad pues, parece que con poquito, estamos entre todos haciendo un mundo mejor.
María Ramos Escamilla
Psicóloga y Sexóloga