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Machismo y prejuicios hacia las Sexólogas

Nuestra profesión es muy bonita, nos aporta muchísimas cosas buenas, pero también tiene una parte negativa. Un reflexión sobre ello.

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Cuando comento que soy Sexóloga y que trabajo en una tienda erótica generalmente suele haber signos de aprobación, incluso de admiración, lo que no sabe la gente es todo lo que tenemos que aguantar por ser mujeres en esta profesión.
  • Porque si fuera un hombre, no entrarían comerciales y me dirían: “Hola «Guapa», ¡qué de cosas vendes!”.
  • Porque si fuera un hombre, no me acorralarían los clientes y me preguntarían que cuál es la talla de mi sujetador mirándome los pechos porque necesitan exactamente la misma talla para su “amiga especial”.
  • Porque si fuera un hombre, no recibiría foto-falos en mis redes sociales profesionales después de hablar abiertamente de sexualidad.
  • Porque si fuera un hombre, no me escribirían al correo electrónico para ofrecerse para acompañarme a las reuniones de Juguetería Erótica y probarlo todo delante de mí.
  • Porque si fuera un hombre, no me preguntarían si hago terapia convencional o “sexual” con final feliz.
  • Porque si fuera un hombre, no me dirían en la tienda “¡Seguro que lo has probado todo!”.
  • Porque si fuera un hombre, los clientes no se tocarían la zona genital mientras les explico cómo funciona un juguete.
  • Porque si fuera un hombre, no tendría que aguantar que me llamen “guarrilla” por hablar de sexo.
blog bastaPor supuesto cuando algo de todo esto ocurre (y desgraciadamente todo está basado en experiencias vividas en primera persona) soy la primera en frenar en seco a la otra persona y le dejo bastante claro que mi relación con él (porque siempre han sido hombres) se va a basar en algo estrictamente profesional. Pero da rabia que tengamos que seguir aguantando este tipo de situaciones.
 
Situaciones que además considero no debemos pasar por alto, a mi parecer es preciso explicitar lo incómodas que resultan y lo impertinentes e inadecuadas que son a la persona.
 
Aún con todo soy MUJER y adoro mi trabajo, por ello no voy a consentir que estos personajes se salgan con la suya y seguiré denunciando el acoso recibido.
 
María Ramos Escamilla
Psicóloga y Sexóloga

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